24 de diciembre de 2007

MUERASE...DE LA RISA

- señor, que lio es el que pasa ahí?
- Una riña.
- Como, una niña?
- No, una disputa.
- Ah, pues no es tan niña.

- Don Felipe, yo lo admiro. Con cuarenta años de casado y usted todavía le dice a su esposa mi amor, bombom, belleza, cariño, chula, negra mia.
- No, es que con tanto tiempo se me olvido el nombre de esa azarosa.

- Maribel, cuentame como te fue en la primera noche de casada con el señor mayor con el que te casaste.
- Ay Tereza, esa fue una noche celestial.
- De verdad?
- Si, durmió como un angelito.

- Distinguidos colegas, los he citado aquí porque como ustedes saben el doctor Abreu cumple años mañana y es justa la ocacion para reconocerle sus aportes a la cardiología. Por eso he tenido la idea de que le hagamos una estatua en forma de corazón por los tantos que ha salvado. Doctor Tejeda, y de que usted se ríe?
- Es que yo soy ginecólogo y cumplo años en el mes que viene.

- Digame su nombre caballero.
- Jo-jo-jo-jo-Joaquín fe-fe-fe-fe-Fernández.
- Usted es gago.
- No, mi papá era gago, y el escribiente era un animal.

- Vieja, cuanto te mueras pondré una lapida que diga “aquí yace mi esposa, tan fría como siempre”.
- Y cuando tu te mueras pondré una lapida que diga “aquí yace mi esposo, al fin duro”.

- Vecino, excúseme por lo que pasó, pero mi gato acaba de matar a su perro.
- Eso es imposible, mi perro es doberman.
- Si, pero mi gato es hidráulico.

- Mis ocho hermanos y yo tenemos el mismo nombre para que cuando mi mamá nos quiera llamar a todos solamente tiene que mencionar uno sólo.
- Y cuando quiere llamar a uno solo?
- En ese caso ella también le dice el apellido.

No hay comentarios: