21 de julio de 2008

Aparta la cizaña de nosotros

En la parábola de la siembra Jesús hablaba de que quien siembra deja la cizaña junta con el trigo y la corta al momento de la siega. Esto esta estrechamente relacionado a aquello de que Dios nos ama pero no ama nuestros pecados.

Pues deja que la cizaña este junto a nuestro trigo hasta el día de la siega, es decir que permite que tengamos el pecado hasta el día final en el que nos podemos mantener con la cizaña y nos echan al fuego, o si por el contrario no permitimos que la cizaña nos dañe y el día esperado el señor nos pueda llevar al almacén en vez de desecharnos.

Para eso se necesita fuerza de voluntad, para poder desechar las cosas que nos contaminan y que nos pueden apartar de la gracia de Dios.

Pero sobre todo se necesita de sabiduría para discernir de cuales cosas son necesarias y cuales no. Saber que tiene mas peso, en cuales situaciones podemos perder lo mas por lo menos.

Pedirle mucha sabiduría al señor para poder llevar las situaciones que a diario vemos, además de poder aceptar las cosas que el permite que pase, al igual que para pensar que se puede hacer en casa oportunidad cuando las cosas no pasan como uno quiere.

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