MUERASE... DE LA RISA

- soldado Peña, es verdad que usted esta diciendo que usted y yo nos estamos entendiendo?
- No señor, eso es mentira.
- Wao, pues entonces nos vieron.

- amigo no sea bruto, si le pica la cabeza no se la rasque con la gorra puesta.
- Anja, no me diga que usted se quita los pantalones para rascarse por otra parte.

- Mamá, hoy viendo tu cedula me di cuenta de algunas cosas que me no me querías decir. No me querías decir tu edad y ahí vi. que tienes 35 años, no querías decirme cuanto pesas y veo que pesas 146 libras, y no me querías decir porque papi se divorcio de ti y veo que es porque en sexo sacaste F.

- Maria, y como te va en tu matrimonio con don Alberto el millonario.
- Bien, estamos sometidos a un tratamiento.
- Tratamiento, ¿como así?
- Que el trata pero yo miento.

- Vecina, usted estaba enferma anoche que vi. un medico salir de su casa a las 4 de la mañana?
- No, pero no estamos en guerra y yo vi. salir a las 5 de su casa un guardia.

- Cuando yo me muera quiero que en mi velorio digan: “aquí descansa un hombre serio”.
- Pues cuando me muera quiero que en mi velorio digan: “cuanto recordaremos a este gran hombre”.
- Pues yo en mi velorio me gustaría que digan: “ay mira, se esta moviendo”.

- Bueno, señor Gonzáles le tengo dos noticias: una buena y la otra mala.
- Cuales son, doctor?
- la mala es que le hemos detectado muchas complicaciones, y la buena es que dentro de las que tiene esta la amnesia y por lo mismo no se va a recordar de nada.

- Hola Adán, en que estas?
- Aquí esperando a Eva que nos vamos de fin de semana para el hotel Paraíso.
- Adán, Eva, y paraíso solo falta la serpiente.
- Si, la mamá de ella también va.

- Doctor dígame los resultados de los análisis.
- Con respecto a eso le tengo dos noticias, una mala y la otra malísima. La mala es que le queda un día de vida y la malísima es que tengo casi un día tratando de llamarlo.