25 de noviembre de 2007

RECLAMO LITERARIO


Confieso que he vivido en un país en donde el hambre se sufre A sangre fría, los pobres pasan mas trabajo que Romeo y Julieta, y los actos de corrupción ya son Cosas añejas.

Si, pues aunque parezca simples Estampas Dominicanas, Hay un país en el mundo en el que cualquier Juan de los palotes siendo un Principito se cree El Príncipe y atento a Cuentos escritos en el exilio se va por el Camino real con El Capital para hacer La Fiesta del chivo y solo nos consuela decir ¡Que país, mi país!

Mientras tanto Platero y yo vivimos un Amor como en los tiempos del cólera en el que abunde El Oro y la paz, pero claro, La vida es un sueño y la realidad es que estamos como El Coronel que no tiene quien le escriba viviendo la Crónica de una muerte anunciada llena de Ángeles y demonios y que, por suerte, vive en la Memoria de un cortesano.

Por eso le ruego al Cristo de la libertad que, para que no corra La sangre, a Los Miserables que hacen de la constitución su Código Davinci provocando La Odisea dejan así La isla al revés, y son peores que Los que falsificaron la firma de Dios, por Mañosa los condenen a Cien años de soledad.

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