Se creen cónsules

Siempre que me llega a la mente me causa bastante risa, pero a la vez me lleva a la reflexión, el episodio protagonizado por una amiga y compañera del proyecto Generación Digital que estaba montada en una guagua y al lado iba sentado un fanático religioso.

Al ver el aspecto de ella él le dijo: “tú te vas para el infierno”, juzgándola por su apariencia. Y ella que recién había comenzado un proceso de conversión le dijo con mucha calma: “caramba, caballero, pero el señor le tiene mucha confianza que le dice los que irán o no al cielo”.

Muchas veces nos creemos ser cónsules del cielo, ya que nos ponemos a evaluar a los demás y otorgarles una visa.

Sin saber que con eso estamos renegando a Dios, ya que hacemos lo contrario a lo que el nos manda, y doble mente que es lo mas delicado y grave del caso.

Pues aparte de que juzgamos al otro, cuando no tenemos la potestad para hacerlo, les hablamos a los demás con represión, dejando a un lado el amor con el que el viejo de allá arriba nos manda.

Ya que si decimos ser seguidores de Cristo debemos tratar de cada día parecernos mas a el, y mas en la forma de conducirnos que debe primar por encima de todo el amor al prójimo, pues “con la misma vara que midas serás medido” y además Dios está en el hermano que nos queda al lado, y si lo rechazamos también estamos rechazando a quien nos acompaña.