7 de diciembre de 2008

allanen el camino, que el que viene no es un loquito viejo

Cada año, para esta fecha se hace el llamado de allanar el camino porque nacerá el hijo de Dios.

Sin embargo, no se le da la verdadera espera y todo la preparación consiste en pintar la casa, hacer planes sobre que se va a hacer con los chelitos del doble sueldo, pensar que ropa vamos a estrenar, desempolvar el arbolito para ponerlo hasta el día 6 de enero, y otras cosas que no son malas pero que no deben ser las únicas que se deben hacer en esta época del año.

Pues también es bueno pasar un inventario a nuestras vidas para saber como estamos, que podemos cambiar, que estamos haciendo bien y cuales son las metas realizables que debemos cumplir en el año que pronto iniciará.

Pero además es importante autoevaluarnos sobre cómo está nuestra relación con el don de allá arriba porque de esta puede depender parte de la gran parte, por no decir la mayoría, de las cosas que nos pueden pasar en nuestro futuro inmediato.

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